Pato peposaca
El pato peposaca ocupa los lagos, lagunas y pantanos no demasiado profundos y con abundante vegetación del sur y centro de Sudamérica, desde Bolivia y el sur de Brasil hasta la Tierra del Fuego, desde el nivel del mar hasta los 1.200 m de altura.
De alimentación fundamentalmente vegetariana y hábitos bastante terrestres, pasa tanto tiempo en tierra como en el agua. Es uno de los patos buceadores más abundantes de Sudamérica.
Hábitat Natural
Sur del Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Argentina.

- Distribución / Residente
- Reproductor
- Hivernante
- Subespecies
Grado de riesgo
- Extinta
- Extinta en estado salvaje
- En peligro crítico
- En peligro
- Vulnerable
- Casi amenazada
- Preocupación menor
- Datos insuficientes
- No evaluada
Taxonomía
Características físicas
Biología
Reproducción
Biología
El pato peposaca es un pato suramericano robusto que presenta un marcado dimorfismo sexual: el macho se reconoce fácilmente por el plumaje oscuro de la cabeza, el cuello, el pecho y el dorso, por su tonalidad gris clara en los costados y el color rojo del ojo y el pico, así como por una gran protuberancia también roja en la base. La hembra es de color parduzca y tiene el pico de color grisáceo. En ambos sexos la punta del pico es de color negro.
Habita en lagos, pantanos y marismas de agua dulce con abundante vegetación acuática de la mitad meridional de América del Sur, desde Paraguay y el sur de Brasil hasta el centro de Chile y Argentina.
De alimentación herbívora, come hierba, brotes tiernos, semillas y partes blandas de plantas acuáticas que puede consumir en la superficie o a poca profundidad por debajo del nivel del agua.
Hace el nido con hojas, hierba y pequeñas ramas en lugares con vegetación cerca del agua y, con frecuencia, utiliza los nidos construidos por otras especies.
Parcialmente migratoria, esta especie desciende a latitudes inferiores durante los meses más fríos del invierno.
Se trata de una especie común en muchas zonas húmedas bien conservadas de su área de distribución. Se encuentra fuera de peligro, aunque en algunos puntos de su distribución, a causa de la falta de áreas habitables como consecuencia de la destrucción y desecación de espacios húmedos, cada vez es más escasa. En algunos puntos de Brasil y Argentina es cazada o envenenada, especialmente en los cultivos de arroz.