Hemos pasado toda la semana aprendiendo a ser unos grandes cuidadores de animales.

¡Qué trabajo que hemos tenido!

Se debe limpiar mucho pero con utensilios diferentes de los que tenemos en casa. En el Zoo se usan escobas hechas con ramas (como las de antes), palas, carretillas, rastrillos... Dependiendo del suelo de la instalación de los animales y de las cacas utilizaremos un utensilio u otro. Curioso, ¿verdad? Además, nos hemos tenido que fijar como son las cacas, los bebederos, los comederos, que no haya nada roto y que los animales coman y anden bien.

También hemos puesto la comida, que fuimos a buscar en el almacén, ¡cuaaaaaanta comida de todo tipo! Y otras veces les hemos hecho enriquecimientos (juguetes muy chulos!).

Uno de los días fuimos a visitar los caballos de la guardia urbana montada y nos duchamos en su patio que fresquitos que quedamos. Nos gustan mucho los caballos y sus cuadras además, nos explicaron todo lo que hacían para cuidarlos.

Nos han dicho que a veces, los cuidadores deben hacer casas para animales, como ranas y serpientes. Se llaman terrarios y hemos estado atareados haciendo una para cada uno, sí que necesitan cosas.

La educadora del Zoo nos explicó que no son mascotas aunque los vemos pequeños y no muerdan, como no viven en una granja son animales salvajes como un león y los animales salvajes no deben estar en las casas porque no podrían hacer el trabajo que hacen a la naturaleza.

Cuando los animales no comen, ni se mueven o caminan mal tenemos que avisar al veterinario que vendrá a hacer un vistazo y revisarlos. Nos han enseñado la clínica veterinaria y hemos curado a unos pacientes de peluche con el material de los veterinarios. ¡Ha sido muy divertido!