Nace una mona de Brazza en el Zoo

Zoo Barcelona

La cría de cercopiteco de Brazza (Cercopithecus neglectus), que nació el pasado 13 de junio, es la primera de esta especie en más de veinte años que nace en el Zoo de Barcelona.

 

Siguiendo las recomendaciones del EEP acerca del cercopiteco de Brazza, durante los últimos años se mantuvo la especie con los cambios necesarios para formar parejas compatibles en el zoo y otras instituciones de la EAZA, hasta que en el 2017 llegó un macho nacido en el zoo de Santillana en el 2005 y una hembra nacida en Leipzig en el 2004, que se han portado muy bien desde el primer momento.

 

Esta especie fue clasificada en el 2016 por la UICN como en estado de conservación de preocupación menor y, actualmente, se está revisando su situación en su hábitat natural.

 

La especie habita selvas y zonas inundables del noreste de Angola, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Congo y la parte occidental de la República Central Africana, hacia Uganda, Kenia, Sudán del Sur y el suroeste de Etiopía. Muchas poblaciones naturales están sufriendo drásticas reducciones a causa de la actividad humana incontrolada: la desforestación del hábitat para su uso en agricultura y producción maderera, la caza para su consumo o destinación como mascotas y su tratamiento como plaga de las zonas agrícolas.

 

La población, según EAZA, a finales del año pasado era de 51 machos, 68 hembras y 7 jóvenes sin sexar (126 ejemplares) en 29 instituciones.

 

Este primate del Viejo Mundo presenta un pelaje gris amarronado, de color negro en las extremidades, la cara y la cola. El morro blanco va acompañado de una larga barba del mismo color. El pelaje de la frente es anaranjado y tiene forma de diadema. Su cuerpo es robusto y muestra un evidente dimorfismo sexual: el macho es de mayor tamaño que la hembra, con un escroto de color azul debido a la testosterona. Las crías al nacer presentan una coloración marrón amarillenta que las ayuda a mimetizarse mejor con el entorno.

Son principalmente frugívoros, pero también se alimentan de hojas, insectos y reptiles.

Las hembras alcanzan la madurez sexual hacia los cuatro años, y los machos, hacia los seis años.

 

Suelen formar pequeños grupos familiares. En los años ochenta se creía que era una especie monógama, pero posteriormente se descubrió que su sistema social incluía desde la monogamia hasta pequeños grupos poligénicos de unas cuantas hembras con un macho dominante, este último más característico entre los cercopitecos. Se cree que esta tendencia a formar grupos reducidos es una estrategia selectiva antidepredadora para pasar más inadvertidos.

 

Cuando se asusta, se queda inmóvil y, en caso de detectar depredadores, sacude las ramas y chilla, llamando la atención de su grupo. A veces puede incluso enfrentarse a los depredadores o huir zambulléndose en los pantanos, ya que es un buen nadador.