¡Te lo explicamos en este vídeo!
¡También puedes vivir en directo la liberación de 8 gacelas en este audiovisual en 360º!
En los últimos diez años, Conrad Enseñat, conservador de mamíferos, y Hugo Fernández, jefe veterinario, han viajado muchas veces a Senegal para trabajar en el proyecto de conservación de la gacela dorcas (Gazella dorcas), iniciado en los años setenta del siglo pasado por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). La experiencia y los conocimientos desarrollados en torno a los proyectos de cría en cautividad en los zoos resultan primordiales para el éxito de los programas de conservación en la naturaleza (in situ). Por eso, los técnicos de zoos son reconocidos como expertos necesarios en los programas de reintroducción, como es el caso de Conrad y Hugo en el ámbito sahelo-sahariano y, en especial, con este pequeño ungulado, de aspecto elegante y delicado, y muy amenazado. El trabajo sobre el terreno es una parte de su labor que requiere esfuerzo y dedicación, pero que también proporciona muchas satisfacciones. Poder contribuir a la reintroducción de una especie casi extinguida junto con las comunidades locales y vivirlo en primera persona no tiene precio para las personas que han hecho de la protección de la fauna su profesión y una parte muy importante de sus vidas.
A petición de la Dirección de Parques Naturales de Senegal, a finales del año pasado, Hugo y Conrad, acompañando como siempre a Teresa Abáigar, de la Estación experimental de zonas áridas del CSIC, hicieron un nuevo viaje al norte de Senegal, en pleno Sahel. El équipe espagnol, como se les llama allí, tenían esta vez una misión importante: el traslado de ocho ejemplares desde la pequeña reserva de adaptación de Guembeul, donde se reproduce la especie en semicautividad, hasta su nuevo hogar en la Réserve de Faune de Ferlo Nord, una extensa zona protegida de más de 6.000 km2 junto al pueblecito de Katané. Este viaje ha significado la recuperación del proyecto de reintroducción después de un paréntesis para resolver algunos problemas sanitarios en el centro de Guembeul, que el equipo del zoo, junto con los veterinarios senegaleses, han conseguido controlar.
El primer trabajo que les esperaba era seleccionar las gacelas, que, una vez capturadas, tenían que recibir los tratamientos y pasar las pruebas prescritas por las autoridades sanitarias. El transporte se hizo en cajas a las que se adaptaron cámaras de visión infrarroja para el control y supervisión de los animales durante el traslado. La expedición emprendió la ruta nocturna hasta Katané, 8 horas de carretera a marcha lenta con un final feliz: la llegada de todas las gacelas en buen estado de salud y la liberación en su hábitat para reforzar la población ya existente. Desde que se inició el proyecto, se han reintroducido 32 ejemplares.
Una parte muy importante del proyecto es la sensibilización de la población local, de etnia peuhl, todavía bastante aislada y que conserva casi intactas sus costumbres y tradiciones, como la popular Fiesta de la Gacela. Esta vez, y con motivo de la llegada de los nuevos ejemplares, se organizó esta fiesta con todos los habitantes de Katané y otros poblados de la zona: ¡la guinda del viaje! La sensibilización ha abarcado también otras actividades, incluida la contribución del zoo con material y apoyo educativo diverso.
La relación establecida después de todos estos años ha hecho que el vínculo con el pueblo y la escuela de Katané trascienda las relaciones profesionales. Teresa, Hugo y Conrad son siempre esperados y recibidos como amigos, y conocen a casi todo el mundo. Además, la escuela de Katané y una escuela de Barcelona, el Institut Escola Costa i Llobera, llevan tiempo desarrollando actividades de hermandad, y los alumnos de uno y otro continente intercambian y comparten creaciones y vivencias.
Nuevos proyectos para proteger la fauna del Sahel en Senegal
Después de años desarrollando un papel muy activo en el proyecto de reintroducción de las gacelas dorcas coordinado por el CSIC, el Zoo de Barcelona ha adquirido “la mayoría de edad” y ha iniciado contactos directos con la Dirección de Parques Naturales de Senegal para liderar en el país africano nuevos programas de conservación de otras especies en grave peligro como la gacela mhorr (Nanger dama mhorr), el órix blanco (Oryx dammah) y la tortuga de espolones africana (Geochelone sulcata). El viaje sirvió para mantener reuniones en esta dirección con los responsables senegaleses, muy interesados en poner en marcha nuevos programas de conservación de la fauna que son, además, la forma más efectiva de preservar también la flora local y combatir la desertización, ya que otros métodos, como la reforestación, no han tenido mucho éxito.
Conservación ex situ: el Sahel del zoo
Con la construcción de una nueva área destinada al Sahel, el Zoo de Barcelona se ha involucrado decididamente en la divulgación de la realidad y problemas de conservación de esta banda que atraviesa África de este a oeste por debajo del desierto y que es extremadamente sensible a las sequías y, por lo tanto, al cambio climático.
Los animales que lo habitan han sido cazados desde hace mucho tiempo, pero ha sido en el último siglo, con la introducción de armas de fuego, cuando se han producido y se siguen produciendo extinciones de especies antes ampliamente distribuidas.
Algunas puedes verlas en la nueva Sabana-Sahel del zoo, como la jirafa, de la que solo queda una única pequeña población en el Sahel —concretamente en Níger— o el elefante, con la última población saheliana en un área en conflicto de Mali. Y muy pronto se podrá ver también el león, antes presente en todo el Sahel y que ahora solo se puede encontrar en poblaciones pequeñas y aisladas. Y por supuesto, la gacela dorcas y la tortuga de espolones africana, la mayor tortuga continental, exclusiva del Sahel, también en franca regresión y con proyectos de reintroducción.
En un futuro, este espacio incluirá también otras especies como la gacela dama mhorr o el órix blanco, especies extintas en libertad y actualmente ubicadas en otras partes del zoo.
De hecho, las jirafas, las gacelas y las tortugas de espolones viven desde hace poco juntas en la misma instalación del zoo, como lo hacen en la naturaleza. Asociarlas permite presentar de manera más real las especies que se encuentran en el Sahel formando agrupaciones de animales diversos que comparten espacio y recursos para que los visitantes puedan entender mejor la complejidad de este hábitat.
La flora del Sahel
Al igual que la fauna saheliana, las plantas que componen su flora son únicas y están específicamente adaptadas a las condiciones geológicas y climáticas del Sahel, por ejemplo, con semillas capaces de sobrevivir años hasta que llegue la tan deseada lluvia. Por eso, gracias a la colaboración con el Jardín Botánico de Barcelona, el nuevo hábitat de Sabana-Sahel del zoo incluye una representación de la vegetación, especialmente de acacias, que se pueden encontrar en el Sahel y que constituyen una importantísima parte de este frágil ecosistema.
Imágenes impactantes para la difusión del proyecto
Àlex Mas y Joan de la Malla (Wildlife Photographer of the Year, en la modalidad de fotoperiodismo de fauna salvaje del 2018), de la agencia de comunicación científica Incognita, acompañaron al equipo del proyecto en este último viaje para registrar la experiencia de la nueva liberación. El pasado 16 de noviembre, se convocó en el zoo una rueda de prensa para explicar los diez años de este exitoso proyecto de reintroducción y se lanzaron a las redes sociales los breves audiovisuales elaborados por Incognita, que puedes ver haciendo clic en los enlaces del inicio de este artículo. ¡No te los pierdas!